#55 – 5 cosas que aprendí de mi madre

Las madres suelen enseñar cosas y los hijos e hijas suelen aprender de ellas. En este episodio comparto algunos de los aprendizajes más importantes que recibí de mi madre. ¿De qué formas podemos aprender cosas? ¿Cuál es el lugar de la responsabilidad y de crear oportunidades para aprender? ¿Se puede empezar a aprender a cualquier edad? Estas son algunas de las preguntas que exploramos en el episodio #55 de Poder Aprender.

En casa y con mi madre aprendí que existen muchas formas de aprender cosas. Desde leer libros, tomar apuntes, grabar clases y escucharlas, tomar clases particulares, hacer cursos, etc. Las formas de aprender cosas también se pueden aprovechar para ajustarlas a nuestro estilo de vida, como hacía ella estudiando una carrera universitaria después de los 40 años y con una familia.

Siempre había oportunidades para aprender y compartir cosas. Mi madre era la primera persona en ayudarnos a crear estas experiencias y alentaba la exploración y el probar diferentes actividades, desde deportes, hobbies y otros aprendizajes. Esto venía acompañado del uso de un lenguaje empoderador con el que creaba posibilidades de aprendizaje para sus cuatro hijos.

Otra experiencia importante de aprendizaje de mi madre tiene que ver con los límites para empezar a aprender o estudiar algo. Con su ejemplo, me resultaba evidente que no había edad para iniciar un aprendizaje. Lo más importante era tener el deseo y la intención de aprender algo. Después, ya habría tiempo para ver cómo hacer que suceda y cómo ir mejorando. La responsabilidad sobre nuestro propio aprendizaje también fue algo que fui cultivando y desarrollando a partir de sus buenos ejemplos.

El aprendizaje más significativo que me llevo de mi madre fue el poder transformador de la meditación. Ver los cambios que la práctica de la meditación tuvieron en ella y en su forma de ser me animó a probar la práctica y a tomar contacto con las enseñanzas budistas en entornos de práctica que iban mucho más allá de la sola lectura o el aprendizaje intelectual.

Estos son los temas del episodio #55:

  • Existen muchas formas de aprender
  • La importancia de crear oportunidades para aprender y compartir
  • No hay edad para empezar a aprender
  • Somos responsables de nuestro aprendizaje
  • El poder transformador de la meditación

¡Sigan aprendiendo y acuérdense de practicar bien!

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Transcript
Walter F.:

"Poder aprender", el pódcast que te ayuda a aprender idiomas, hobbies y skills de manera más efectiva. Acá hablamos sobre hábitos de aprendizaje, práctica deliberada y estrategias para aprender mejor. Mi nombre es Walter Freiberg y te invito a desarrollar tu poder de aprender para alcanzar tus metas personales y profesionales. Cuando crecemos aprendemos muchas cosas de nuestro entorno, de nuestra familia. Mi madre me enseñó y aún hoy en día me sigue enseñando muchas cosas de distintas maneras. Pero, además de lo que una madre quiere o puede enseñar, está lo que los hijos quieren o eligen aprender. ¿Qué formas existen para aprender cosas?¿ Cuál es el lugar de crear oportunidades para aprender y compartir? ¿Cómo funciona la responsabilidad en el aprendizaje? En el episodio de hoy voy a hablar sobre estas y algunas otras cosas que aprendí de mi madre a lo largo de la vida. Antes de empezar tengo que aclarar que esto es un recorte limitado de las cosas que aprendí de mi madre y con mi madre, porque son y fueron muchísimas (siguen siendo). En este episodio voy a mencionar algunas de las cosas más importantes o que yo, hoy por hoy, considero como más significativas. Las cinco cosas son: existen muchas formas de aprender, esa es la primera. La segunda, la importancia de crear oportunidades para aprender y para compartir. La tercera es que no hay edad para empezar a aprender. La cuarta es que somos responsables de nuestro aprendizaje y la quinta, el poder transformador de la meditación. La primera tiene que ver con esta variedad que existe para aprender cosas. Esto es algo que para mí ha sido muy importante a lo largo de los años y que hoy por hoy, incluso lo pongo en práctica todo el tiempo en mi trabajo como coach de idiomas. Yo sé que la gente elige aprender de distintas maneras. No hay una sola forma. Y esto es algo que yo vi ya desde chico cuando la observaba a mi madre en mi casa que... ella terminó la escuela secundaria de adulta y empezó la universidad con más de 40 años y con su familia, con cuatro hijos... y yo veía que, en sus estudios universitarios, ella aprendía de distintas formas. Yo veía que iba a clases, veía que leía libros, que tenía sus apuntes, subrayaba, hacía resúmenes, también grababa las clases y después las escuchaba y... usaba y aprovechaba una variedad de métodos. Según el momento, según la circunstancia, yo veía que ella usaba uno u otro método. Si estaba en... en la casa y era tarde, antes de dormir, ella escuchaba las grabaciones que hacía con su grabadorcito periodista, escuchaba ahí con auriculares y, de esa forma, podía integrar distintas actividades de aprendizaje, según lo que tenía disponible o el entorno o la situación para poder avanzar en lo que era importante para ella. En casa había un montón de libros y había una gran variedad también. Entonces, yo veía que había desde clásicos o literatura o libros de filosofía, psicología y otros temas, pero también había algunos libros de espiritualidad o incluso de autoayuda. Entonces, vi que esa también era una opción, esa era una forma posible de... de mejorar y desarrollarse. También era claro que había formas de aprender cosas con clases particulares o con cursos, porque... en mi casa era algo que estaba ahí muy presente siempre desde los deportes o los hobbies. Según el tipo de actividad, también había distintas vías para acercarse o para practicar eso. A veces hasta incluso también para explorar una misma actividad o un mismo tipo de conocimiento desde distintos ángulos o probando diferentes abordajes o, por ejemplo, si... teníamos ganas de aprender alguna cosa en particular y... no nos resultaba tanto en un lugar, poder probar otro y poder probar otra manera, estar abiertos a explorar y a considerar opciones, a considerar una variedad de formas de aprender. A considerar también una variedad de profesores que podía llegar a haber o de maneras de acercarnos a algo que nos interesaba. No es que estábamos limitados. Había muchas opciones. Creo que eso es algo que despues con el tiempo, tal vez después de mucho tiempo, empecé a reconocer y a valorar. Tal vez no lo valoraba tanto cuando era chico. Una cosa que también fue muy importante en el entorno familiar cuando era chico y en la vida, en casa con mis hermanos y con mis padres era algo que mi mamá favorecía mucho y es esto de crear oportunidades para aprender y para compartir. Primero, desde el hecho de darnos oportunidades de practicar hobbies y deportes, esto junto a mi padre también, ¿no? Era esto de mostrarnos o acercarnos a actividades que podíamos practicar. Y fue así como, en mi caso en particular yo practiqué... íbamos a clases dibujo y pintura, clases de karate o natación o fútbol o handball, una variedad de cosas. También teníamos la opción de no continuar en algún momento si no nos gustaba o si no nos resultaba, de explorarlo. Esto nos permitía tener exposición a diferentes cosas. Y otra cosa interesante es que había también un momento para compartir lo que nosotros hacíamos, ya sea en las mismas actividades, si había una instancia de muestra o algo grupal, pero incluso en el entorno familiar y dentro de casa. Me acuerdo que cuando éramos chicos, con mis hermanos, hacíamos obras de teatro, pequeñas obras de teatro, tal vez escenas de "El chavo del ocho" o cosas que a nosotros nos gustaban y nos divertían, y teníamos público, porque nuestros padres pagaban la entrada. Entonces, esa era una forma de explorar la creación artística y también de crear cosas y de compartir lo que nosotros hacíamos porque ensayábamos, lo practicábamos y después hacíamos la función. Yo, por mi parte también, recuerdo que cuando era chico escribía historias y mi mamá me las compraba. Yo le vendía historias, cuentos o relatos que hacía cuando era chiquito y mi mamá me las compraba. Y fíjense, que muchos años más tarde, yo iba a vender iba a terminar vendiendo mis propias historias online como ebooks. Entonces, ahí está un poco como una semilla de lo que después iba a ser una vía de desarrollo como autor. Hoy por hoy t engo varios libros publicados de forma independiente para gente que aprende español. Y ese fue un momento en el que hubo ahí un... una instancia de posibilitar esa creación y también de considerarlo como algo que, por lo que se puede cobrar, que está bien y que no hay ningún problema. Y que es algo que se puede hacer y que hay gente que lo puede valorar y que lo pueda apreciar. Cuando hablo de crear oportunidades para aprender y compartir me parece que hay una cosa importante también que mi mamá hacía y tiene que ver con el lenguaje que usaba y con la forma de referirse a nosotros, a sus hijos. Y ella decía siempre que nosotros éramos unos genios. Y siempre hablaba sobre nuestras capacidades y nuestras posibilidades. Mi madre en ningún momento nos llevó a una escuela especial o nos hizo un test. Ella sola decía que nosotros éramos genios porque nos veía de esa forma. Entonces, es algo que va más allá de la realidad o de lo que es, de que una persona sea un genio o una genia o no, y qué significa eso. Pero el hecho de escuchar eso para los hijos me parece que puede tener un valor y puede perdurar a lo largo del tiempo, desde el lado especialmente de la sensación de posibilidad y de poder hacer cosas. En mi caso, por ejemplo, hoy por hoy, esto del hecho de que me haya dicho durante tanto tiempo esto yo lo tomo como quizás una de las cosas que terminó influenciando en esta forma que yo tengo de ver del aprendizaje, que yo considero que se pueden aprender las cosas y que se pueden aprender un montón de cosas. Y no tengo tanta resistencia o una sensación de decir: "Uh, no puedo aprender esto. Cómo me gustaría poder". No, es más una sensación de posibilidad. Y yo creo que vino mucho del lado de mi mamá y de esa forma como nos hablaba cuando éramos chicos y... incluso también cuando íbamos creciendo, siempre de una forma como muy apreciativa y de reconocer y valorar los logros y las cosas que podíamos hacer, y me parece que eso es algo importante y que también trato de ponerlo un juego con la gente a la que ayudo a aprender. Esto mismo también me parece que hoy por hoy se juega en el hecho de este deseo de querer compartir mis experiencias de aprendizaje o de ayudar a otras personas a aprender. Que, de distintas formas fue... se fue plasmando a lo largo de los años desde los ebooks y audiolibros que... que produje para gente que aprende español hasta el contenido de aprendizaje de piano. Y ahora el podcast, por ejemplo. Y también al trabajo como coach que, básicamente tiene que ver con crear oportunidades o ayudar a las otras personas a poder ver esas oportunidades y ver esas posibilidades que tienen para aprender ellos. Ese fue un gran aprendizaje. Otro aprendizaje es el de que no hay edad para empezar a aprender. Como les decía al principio, mi madre terminó la escuela secundaria de grande, cerca de los 40 años y después de tener a sus hijos. Y después de terminar la escuela secundaria, empezó una carrera universitaria y estudió varios años después de los 40 años. Ella tenía ya su familia con cuatro hijos. Imaginensé que no era nada fácil. Ella hoy por hoy tiene 72 años y sigue aprendiendo cosas y sigue practicando cosas. Hace cursos de distintas cosas, tiene sus hobbies. Le encanta practicar idiomas con Duolingo, hace poco empezó a aprender italiano con un grupo. Me parece un gran ejemplo y sin dudas que siempre fue una inspiración en ese sentido, porque es una persona que se anima a aprender y no tiene muchas... no tiene dudas, no tiene miedo sobre esto de... si va a poder o no va a poder. Ella simplemente empieza y lo hace. Y eso me parece que está bueno porque a veces nos quedamos enroscados en esta idea de "tengo talento o no tengo talento", "puedo aprender, no puedo aprender" o "seré muy grande ya" o "¿no tendría que haber empezado cuando era más chico, cuando más chica?". No, la verdad es que podemos empezar aprender a cualquier edad, no hay ningún problema con eso. Y hay algo también que... que valoro del hecho de haber tenido toda esta exposición a hobbies y actividades cuando era más chico y es el haber retomado el contacto con algunas de esas actividades cuando ya era más grande. Por ejemplo, con el piano o con la escritura, incluso con el teatro. Fueron todas cosas que ya había probado cuando era chico. En mi época de profesor de piano yo veía que muchos de los estudiantes muchas de las personas habían tomado clases en algún momento cuando eran chicos o cuando eran chicas. Algo que me parece muy lindo de todo esto, del hecho de probar actividades cuando uno es chico, en la infancia, en la adolescencia, es que hay un montón de semillas que... que se plantaron y algunas van a prender y otras no. Pero lo que está bueno es que hubo una exposición y hubo un contacto con una variedad de cosas. Obviamente que no creo que sea indispensable haber practicado algo desde... de chico para poder después retomarlo como adulto. Hay muchas cosas que hacemos como adultos que exploramos y que hacemos por primera vez. Otra cosa que fue importante y que tomo como aprendizaje de mi madre, es la responsabilidad en nuestro aprendizaje. Esta idea de que somos responsables por lo que hacemos, somos responsables de nuestro aprendizaje. Para aprender, también necesitamos hacer y practicar. No importa tanto esto del talento, si tengo talento o si no tengo talento, si tengo facilidad o si no tengo facilidad, si tengo ganas de hacerlo puedo hacerlo y después se ve... después veo qué puedo hacer para mejorar. Me acuerdo de un momento cuando uno de mis hermanos estaba en la universidad, me acuerdo que en ese entonces mi madre le decía que el hecho de estar cursando ahí en la universidad, él estaba yendo a una universidad pública a la... a la UBA, era un... todo un privilegio y era una suerte y era algo que era como para aprovechar. Por eso lo alentaba también a tomarlo con seriedad. Y le decía "este es tu trabajo". "Este es tu trabajo", como esta es tu responsabilidad. También en una edad, a veces, en la que la gente joven quizás está entre estudiar o trabajar. Quizás a veces está esta cosa de o lo uno o lo otro. Pero el hecho de estudiar implica una responsabilidad en la universidad, pero también afuera de la universidad. Siempre me acuerdo de... de eso, porque para mí es un poco como un recordatorio de la responsabilidad y también del esfuerzo que implica aprender algo. Y la responsabilidad también incluye el pedir ayuda cuando necesitamos ayuda cuando necesitamos algún tipo de apoyo. Por ejemplo, en la escuela primaria o secundario, incluso en la universidad, si necesitaba clases particulares o clases de apoyo, poder animarse a tomarlas. En mi caso, teníamos la posibilidad. En algunas oportunidades necesité esas clases empezando desde la primaria. En la primaria, en un momento, tomé clases de apoyo de inglés y después tomaría clases particulares. De inglés y también de otras materias. Era una forma también, en mi opinión, de hacerme responsable de mi parte y de tomarlo con seriedad que, si por alguna razón no podía resolverlo, no podía aprobar o no podía aprender con los recursos que tenía, o sea de la escuela o la universidad había otras cosas que podía hacer. Muchas veces no está esta posibilidad, no está el alcance de la mano, pero hay formas que podemos poner en práctica que pueden cobrar distintas formas, que pueden verse de distinta manera. El tema del aprendizaje y la responsabilidad también fue para mí importante en mi propio trayecto universitario. En un momento yo estudiaba psicología y me di cuenta de que no estaba aprendiendo y que estaba estudiando y estaba aprobando materias, pero que no estaba aprendiendo. Y también conectándolo con esto del trabajo y de la responsabilidad por eso que estoy haciendo en la universidad. Recuerdo que eso me llevó a buscar otras formas de aprender y de hacerme más responsable y hacerme cargo de eso que estaba haciendo. Y eso después tendría impactos muy grandes en el resto de mi vida y en otros aprendizajes. Después, cuando estudié piano en el conservatorio y siempre que seguí estudiando en un ámbito formal o académico. A partir de eso empecé a complementarlo con cosas que a mí me... me inspiraban y que me daban curiosidad. Hoy por hoy todavía lo sigo haciendo siempre que estoy aprendiendo algo o que me embarco en un nuevo proyecto de aprendizaje. Esto de la responsabilidad en nuestro aprendizaje yo también lo veía con el ejemplo de mi madre en las opciones que nosotros tenemos para mejorar en distintas áreas de la vida o crear un plan, si tenemos un plan o si tenemos una ambición ya sea a nivel personal o profesional. Somos responsables de eso. Entonces, podemos hacerlo y podemos embarcarnos en un proyecto, incluso si tenemos circunstancias que parecen desafiantes como lo era, cuando mi madre empieza a estudiar en la universidad, siendo que tenía su familia y tenía cuatro hijos, pero ella encuentra una forma de iniciar ese trayecto porque era algo que tenía ganas de hacer y... esa era su forma de tomar responsabilidad sobre su aprendizaje. En vez de decir "ya soy muy grande para empezar la universidad" o en vez de decir "tengo una familia, tengo hijos, no es un buen momento. Voy a esperar". No. Ella decidió que ese era un buen momento. Y la verdad es que ver esto para mí fue algo muy inspirador. El último punto que me gustaría mencionar es el poder transformador de la meditación, el poder de la meditación. En el año 2012 mi mamá participó de su primer retiro de meditación y cuando ella salió, cuando regresó de ese retiro de meditación, yo la vi muy distinta, para bien. Vi un cambio muy positivo. Y... recuerdo que ese año después tuvo varios meses más de práctica e incluso de servicio en el centro de meditación en el que participaba y los cambios se iban profundizando y yo la veía muy bien. Eso fue un poco lo que me llevó a tomar la decisión de probar ese retiro de meditación yo mismo al año siguiente. En el año 2013 después yo hice ese retiro de meditación y eso terminó teniendo también consecuencias muy buenas para mí y terminó teniendo un impacto muy grande en mi vida porque fue el inicio de mi contacto con la meditación y con el budismo en general. Ese año fue el momento en el que vi que la meditación o incluso las enseñanzas budistas, que era un poco lo que se practicaba y lo que se enseñaba en ese retiro que había hecho ella, era algo que podía estar en los libros, me acuerdo que yo conocía, había escuchado frases o conocía algunas cosas de este tipo de enseñanzas, era algo que se podía leer, pero también era algo que se podía ver y que se podía comprobar. En este caso, yo lo estaba viendo y lo estaba comprobando con una persona que yo conocía bastante, que es mi madre, porque yo la veía todos los días y yo sabía cómo era ella. Y de repente ver que a partir de esa experiencia, ella literalmente empezó a transformarse y a convertirse en otra persona, para mejor. Eso me dio un poco la pauta de que había algo especial en eso que estaba practicando y en eso que estaba haciendo. Y yo tenía cierta curiosidad, pero eso fue como algo muy contundente. Dije: "si esta meditación y si esta práctica llevó a mi mamá a hacer estos cambios en su vida, a lo mejor también a mi podría servirme para transformarme para mejor, para desarrollarme". Pensaba: "a lo mejor esto también me puede servir a mí". Antes de eso, de todas maneras, creo que hubo una semilla y hubo un aprendizaje desde el lado del ejemplo de mi madre relacionado al desarrollo espiritual. Y tiene que ver con el hecho de que ella siempre había sido una persona que... es una persona con mucha curiosidad espiritual y del lado del desarrollo espiritual, con muchas inquietudes desde ese lado... y, por las conversaciones que yo tenía con ella, antes de que haya hecho ese retiro de meditación, yo ya sabía que ella había explorado diferentes caminos y había empezado su búsqueda espiritual desde hacía mucho tiempo. Creo que también hay una parte que viene por haber sido testigo y haber sido espectador y partícipe de... de ese recorrido y esa exploración y esa búsqueda espiritual de mi madre, que es algo que... que estuvo presente, por lo que yo sé, desde que ella era pequeña y que tomó distintas formas. Con distintas prácticas y a veces con distintas religiones, con distintos caminos espirituales y bueno... en mi caso, el que yo percibí como más significativo y... el que tomé como una referencia fue el de este retiro de meditación y de esto que pasó en ese año en el 2012 cuando yo vi esa transformación, ese cambio, producto de... de una práctica concreta. Ese es el aprendizaje por el que le estoy más agradecido. Todos tenemos cosas para agradecer a nuestras madres. En primer lugar, está el hecho de habernos dado la vida. Después de eso, la experiencia de cada persona y el vínculo que haya tenido o no haya tenido con su madre puede ser muy variable. En mi caso, tuve una muy buena experiencia, aún tengo una muy buena experiencia y estoy agradecido. También, además de eso, elijo tomar los aprendizajes de esas experiencias que más me sirven para seguir aprendiendo. Podés escuchar "Poder aprender" en las principales plataformas de pódcast y en YouTube. 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