#57 – 5 cosas que aprendí de mi padre

Los padres son una fuente inagotable de enseñanzas y aprendizajes para sus hijos e hijas. En este episodio, comparto algunas de las lecciones más valiosas que aprendí de mi padre. ¿Es posible combinar el arte con el trabajo? ¿Qué papel juegan los hábitos y la disciplina en nuestra vida profesional y personal? ¿Cómo podemos enfrentar los desafíos con una actitud positiva y resiliente? Estas son algunas de las preguntas que exploramos en el episodio #57 de Poder Aprender.

Desde chico noté que había distintas formas de trabajar. Observando a mi papá vi que era posible trabajar de forma independiente o en relación de dependencia. El trabajo independiente ofrecía libertad, pero también conllevaba una gran responsabilidad y posible vulnerabilidad. En contraste, el trabajo en relación de dependencia proporcionaba una estructura estable, aunque no siempre era tan seguro como parecía. Esta dualidad me enseñó a valorar ambos enfoques y ver qué es lo que yo quería para mí.

Una de las influencias más significativas de mi padre tuvo que ver con la disciplina y los hábitos. Mi papá se levantaba temprano todos los días, incluso los fines de semana, y aprovechaba el tiempo para realizar diversas actividades. Esta consistencia y dedicación me mostraron la importancia de establecer rutinas y mantener la disciplina en todas las áreas de la vida. Además, su energía y actitud positiva hacia el trabajo y las tareas diarias me enseñaron a abordar mis propias responsabilidades con entusiasmo y compromiso.

Otra lección valiosa que aprendí de mi padre fue la capacidad de combinar el arte con el trabajo. Cuando era joven, mi padre había trabajado como fotógrafo, y aunque no se dedicó a eso durante toda su vida, su experiencia me inspiró a ver el trabajo como una oportunidad para expresar creatividad. Esta perspectiva me llevó a explorar diferentes caminos profesionales, como escribir historias y enseñar piano, donde pude integrar mis intereses artísticos con la generación de ingresos.

Finalmente, el sentido del humor de mi padre y su habilidad para mantener una actitud positiva incluso en situaciones difíciles me enseñaron a no tomar la vida demasiado en serio. En nuestra casa, el humor y los juegos de palabras eran una constante, creando un ambiente alegre y relajado. Este enfoque no solo hizo la vida más disfrutable, sino que también me mostró el valor de enfrentar los desafíos con humor y con una actitud resiliente.

Estos son los temas del episodio #57:

  • Trabajar de forma independiente
  • Combinar el arte con el trabajo
  • La disciplina y los hábitos
  • Hacer las cosas con energía
  • El sentido del humor

¡Sigan aprendiendo y acuérdense de practicar bien!

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Transcript
Walter F.:

"Poder aprender", el pódcast que te ayuda a aprender idiomas, hobbies y skills de manera más efectiva. Acá hablamos sobre hábitos de aprendizaje, práctica deliberada y estrategias para aprender mejor. Mi nombre es Walter Freiberg y te invito a desarrollar tu poder de aprender para alcanzar tus metas personales y profesionales. Tenemos muchas cosas para aprender de nuestros padres. En mi caso de mi padre, aprendí cosas a partir de lo que él nos decía y de lo que él hacia. Al observar su ejemplo, tomé cosas según lo que quería desarrollar y también, según lo que no quería desarrollar. ¿Se puede combinar el arte con el trabajo? ¿Cómo se ven los hábitos y la disciplina dentro y fuera del trabajo? Cuál es el lugar de la energía al hacer cosas? En el episodio de hoy voy a hablar sobre estas y algunas otras cosas que aprendí de mi padre a lo largo de la vida. Una de las cosas que yo empecé a observar desde que era chico de mi padre, tenía que ver con el trabajo y las formas en que se podía trabajar. Yo sabía que él en algún momento había trabajado de forma independiente porque nos contaba cuáles habían sido sus trabajos y también veía que él trabajaba en relación de dependencia como empleado. Entonces, por un lado, estaba esto de su historia en relación con el trabajo independiente y, del otro lado, lo que él estaba haciendo en la época en que nosotros éramos chicos con mis hermanos y nosotros íbamos creciendo. Cada una de estas formas de trabajo, el trabajo independiente y el trabajo dependiente tenía sus pros y sus contras. El trabajo independiente podía tener algunas ventajas, el hecho de no tener que depender de otra persona, pero también una mayor responsabilidad y el hecho de tener que hacer que eso, que nosotros queremos hacer funcione. Y... muchas veces eso puede tornarlo un poco más vulnerable, por el hecho de que nosotros tenemos que hacer que funcione. Somos los únicos que... que tenemos ahí una injerencia (o depende mayormente de nosotros). En cambio, en el trabajo en relación de dependencia, hay una estructura ya armada y nosotros nos incorporamos a eso. Entonces, lo que yo veía en el trabajo de mi padre es que él estaba formando parte de esta empresa, de un negocio, y tenía su lugar allí. Y, al mismo tiempo, una cosa que después fui aprendiendo es que esta idea de la seguridad o el hecho de poder contar con un trabajo en relación de dependencia no siempre es tan seguro como parece. Porque, si bien puede dar la sensación de que cuando alguien nos contrata tenemos algo asegurado o podemos contar con un sueldo todos los meses, al mismo tiempo también esa persona puede despedirnos o por alguna razón puede cerrar el negocio, pueden pasar cosas. Y, de hecho, ese sucedió en un momento de la historia de trabajo de mi padre, que él estaba trabajando en un negocio y no trabajó más y empezó a trabajar en otro lugar. Entonces, esta ilusión de los trabajos en relación de dependencia como algo que dura para siempre no es tan así. Yo la sensación que tengo cuando lo observo y miro para atrás es esa idea o esa sensación de el trabajo en relación de dependencia como algo que puede ser un poco más frágil que el trabajo independiente. Y eso fue a lo mejor algo que a mí me llevó a desarrollar trabajos y formas de ganarme la vida más del lado independiente, de manera autónoma o con mis propios emprendimientos y negocios. Una cosa que les comentaba al principio es que veces aprendemos a partir de lo que vemos y la experiencia sobre lo que queremos imitar o lo que queremos según lo queremos o según lo que no queremos. Porque a veces sucede esto que nosotros vemos en nuestra vida, o en algún momento en nuestra vida, cosas y decimos: "quiero esto" o "tal vez hay algo diferente a esto", "quizás podría explorar algo distinto". Y si bien yo durante los primeros años en los que empezaba a trabajar tenía la intención y tenía todas las ganas de trabajar como empleado y en relacion de dependencia, por distintas razones nunca funcionaba. Yo enviaba currículums y nadie me llamaba o empezaba algún trabajo y duraba muy poco tiempo. Y eso me fue llevando, de alguna manera a empezar a crear mis propios trabajos y a crear mis trabajos independientes y a empezar a desarrollarme de esa manera. Fue una combinación, un poco. Algo que, por un lado yo quería hacer, pero con poca convicción, quizás. Y, de la otra parte, que no funcionaba, que parecía no... no haber muchas respuestas o tal vez yo sentía que no se ajustaba mucho a mí. Y eso fue lo que terminó llevándome a explorar esto del trabajo independiente. Y, entre esos trabajos independientes que en algún momento mi papá había tenido antes de... de empezar con los trabajos que iba a tener durante todos los años en los que con mis hermanos éramos más chicos, que fue gran parte de su vida laboral. Cuando él era más joven, nos contaba que había una época en la que trabajaba como fotógrafo. Y de eso me quedó la idea de que es posible combinar el arte con el trabajo. En mi casa teníamos ahí fotos de paisajes o retratos que... que él hacía. Yo recuerdo cuando era chico también que jugaba con una cámara de fotos analógica que tenía. También él era de revelar fotos y, en fin, tenía toda una serie de herramientas en torno a eso. Había formado parte de su juventud. Yo sabía que él también había participado en concursos de fotografía. Había tenido ahí buenos desempeños y también había trabajado como fotógrafo de eventos, fotógrafos de cumpleaños, por ejemplo, de cosas así. Y yo veía que esa podía ser una manera de combinar algo artístico, como era la fotografía, con un trabajo, algo que podía generar ingresos. Y... una de las cosas que trajo esta reflexión fue, tal vez, una confianza o la idea de que existía esa posibilidad. Aunque mi papá no se haya dedicado después a eso durante toda su vida, yo sabía que era una parte. Él lo habia hecho y que había sido posible para él. Y, más adelante, después cuando... yo después de tener mis primeros trabajos independientes, empecé a escribir mis historias para gente que aprende español y empecé a publicarlas, era una manera de...de poner en juego algo de eso. Porque era una creación literaria. Yo estaba creando historias y tenía ahí su trama y su cosa y su costado artístico y, a la vez, las estaba vendiendo y estaba generando ingresos con eso. Y lo mismo iba a pasar con el piano. Cuando yo empecé a estudiar piano en el conservatorio, no sabía bien si iba a dar clases o no. La verdad es que, al principio, no me veía tanto dando clases y ni me imaginaba que en un momento iba a trabajar como profesor de piano. Pero, después, el hecho de dar clases de piano fue una manera también de combinar esto de tocar el piano y esto artístico con la generación de dinero también. Enseñar a otras personas a aprender a tocar el piano. Porque en lo que es una clase de piano, en todo ese proceso de aprendizaje, hay mucho de hacer música y de ayudar a las otras personas a hacer música. Entonces, esas dos maneras yo creo que... están de alguna forma conectadas con esto que yo había visto y que yo conocía y que yo escuchaba del lado de mi papá con la fotografía. Y... sabía que estaba entonces esa posibilidad y, al mismo tiempo, sabía que había una variedad de opciones y que podía trabajar de distintas cosas. Porque antes de sus trabajos en relación de dependencia y en los que habia pasado gran parte de su vida, mi papá también había tenido distintos trabajos. Esto de la fotografía había sido uno. Y esto es algo que yo también después puse en práctica y quizás viene un poco de ese lado. El hecho de ir cambiando trabajos y cambiando actividades y renovandoló cada cierto tiempo. Que es algo que, al día de hoy, sigo haciendo. He tenido períodos en los que me dedicaba más a la redacción de artículos, después traducción, enseñanza de piano y después con la escritura, con el coaching de idiomas. Y así fui combinando distintas actividades. A veces las iba llevando adelante de forma paralela o a veces empezaba una cosa y después terminaba otra. En general, me tomaba algunos varios años antes de cambiar. No es que iba cambiando cada dos meses, pero creo que también hay algo de eso con el hecho de haber visto que es posible la variedad y elegir distintas cosas en distintos períodos de la vida. Hay una cosa que siempre me pareció muy notable de mi papá y es lo que tiene que ver con la disciplina y con los hábitos. Yo esto lo notaba con el hecho de verlo levantarse temprano todos los días, incluso los fines de semana. Y, si bien por un lado yo sabía que él se levantaba temprano porque tenía que entrar a trabajar temprano, yo veía que lo hacía de una manera muy ligera y sin padecerlo. Y, apenas sonaba el despertador, él se levantaba y no es que se quedaba dando vueltas en la cama o por lo menos yo no lo veía o no tengo ese recuerdo. Yo veía entonces que los días en los que él iba a trabajar y que entraba a trabajar temprano él se levantaba temprano, pero si era un domingo, por ejemplo, él también se levantaba temprano y aprovechaba el día. O se dedicaba a hacer cosas en la casa si no era que tenía que trabajar o estaba cocinando o alguna cosa. Esto de los hábitos yo lo veía también en rutinas que él tenía por la mañana, lo que tenía que ver con la preparación del desayuno, la preparación de la comida o el hecho de llevarnos a la escuela cuando éramos chicos y estábamos en la edad escolar. Y... verlo también esto de afeitarse... cosas que tal vez parecen muy comunes, pero había ciertos rituales y ciertas cosas y yo veía que eran, como siempre, eh... muy parecidas día a día y que se podían hacer como medio en piloto automático. Y eso me dio tal vez la... la sensación de que es posible como establecer una rutina, por ejemplo, durante la mañana o t ener una rutina para la noche también, si uno quiere. Después, cuando ya era más grande a mi papá se le dio por practicar remo. Y... esa misma disciplina yo la veía también con la práctica del remo. Entonces, eso me dio un poco la pauta de que no era solamente con el trabajo o el hecho de tener que cumplir con el horario de trabajo, con la obligación del trabajo, sino también las cosas que él quería hacer, que elegía hacer, como la práctica deportiva. Lo tomaba con mucha disciplina y de repente esto de levantarse a las seis de la mañana un domingo para salir temprano para el Tigre, para ir a remar. Y pasarse horas remando y después volver. Y... esta consistencia, entonces yo la veía en las distintas actividades que él se proponía y que fue haciendo a lo largo de su vida. Lo veía también con algunos rituales de preparación de comida o de hábitos de salud. Por ejemplo, el recuerdo este de prepararse las ensaladas de fruta a la mañana. Que no era una ensalada de fruta pequeña y que requería bastante tiempo de preparación, pelar las frutas y cortarlas, y tal vez podía llevar media hora o 40 minutos, y es un trabajo de paciencia, pero un trabajo también meditativo. Entonces eso también estaba bueno verlo. Él se levantaba temprano cuando estaba haciendo esto de... del desayuno de frutas, se levantaba temprano, tenía ahí sus frutas preparadas y se sentaba en silencio. Pelar la fruta, cortarla y después comer la fruta que llevaba un rato, comer la ensalada de fruta... y todo eso era un acto meditativo, por decir. Y también es un acto que requería disciplina y yo sé que en algún punto también había sido desafiante porque yo sé que a él gustaba ciertas comidas o cierto tipo de desayunos, pero eventualmente él lo fue cambiando por esas otras opciones que él consideraba más saludables o más afines a lo que él leía, a lo que él investigaba y lo que quería para su cuerpo y para tener un buen estado de salud. Entonces, eso también fue un aprendizaje. El hecho de ver esas decisiones ahí, ver esos hábitos que él tenía, que eran importantes para ciertas cosas. También... esas cosas, es inevitable que lleven a las otras personas que conviven o que pasan tiempo con esa persona a hacerse preguntas sobre los hábitos que tienen y sobre sus distintas disciplinas. Ese fue creo... un buen aprendizaje, el haber pasado tiempo con mi padre por estas disciplinas y estos hábitos que él tenía y muchos de los cuales todavía él tiene ahora. Otra cosa que me parece muy destacable de mi papá es la energía con la que hace las cosas. Es una persona que tiene mucha energía en cualquier momento del día. De hecho, cuando pensaba para este episodio, me hacía la pregunta si alguna vez lo había visto cansado o con baja energía, y la verdad es que me cuesta mucho pensar en algún momento en que lo haya visto con poca energía. En general es una persona muy proactiva y muy de hacer cosas. Hoy en día tiene 72 años y... yo lo veo con una energía, como con lo que yo me acuerdo hace 25 años o hace 30 años. El nivel de... de energía corporal y física y la actitud con la que hace las cosas, yo creo que hay ahí un componente muy de la mente y de la conciencia y de la energía, lo que uno decide hacer o lo que uno quiere hacer. Esto yo lo veía también en distintos ámbitos. Yo lo veía que él lo aplicaba al trabajo, lo aplicaba también al mantenimiento de la casa. Porque si el domingo había que arreglar alguna cosa o si tenía que ocuparse de algo de la casa también lo hacía de esa manera. O sea, veía que si tenía que pintar algo, si tenía que arreglar algo, si tenía que limpiar algo, era de la misma forma, siempre. Y... la energía también estaba en sus actividades de esparcimiento. Tal vez en esto del remo o en otras cosas que elegía hacer. Si íbamos un fin de semana al parque deportivo a nadar o había alguna otra actividad deportiva, en la cocina también. A veces en nuestra familia estaba esta idea de que ese exceso de energía a veces llevaba a cosas graciosas. De repente, tropiezos o se caían cosas por el hecho de esta velocidad o energía con la que mi papá hacía las cosas. Y, a veces, se le iban las cosas literalmente. Literalmente, se le iban las cosas de las manos. Al día de hoy a veces pasa y mi mamá a veces me cuenta episodios divertidos de ese tipo. Se dan vuelta cosas, se caen cosas porque la energía es muy alta. Entonces, es como que va... como cuando uno pone un video en YouTube a 1.5 a 2x, bueno, a veces puede ser un un poco así. Y esta energía también yo la... la veo y la veía también en gestos y en actos de servicio. El deseo de ayudar a los demás para resolver cosas o para poder dar una mano con algo. El hecho de estar presente y estar disponible para poder ayudar a otra persona con algún favor o con alguna cosa. Cuando yo leí el libro "Los cinco lenguajes del amor", en que hablan sobre estas distintas formas de comunicar aprecio en las personas, yo pensaba que el de mi papá, yo creo que es el de "actos de servicio". No sé si él conoce el libro y creo que nunca se lo mencioné, pero para mí es... ese es el que más le resuena a él. Después, un día le tengo que preguntar a ver si... si siente que es realmente así. Esto del acto de servicio para mí viene con esa energía que ya es natural en él. Y... esto de la energía me parece súper importante, yo creo que es muy bueno y es muy útil en un montón de cosas más allá de la actividad. Porque incluso actividades que pueden parecer tranquilas, como puede ser, no sé... la meditación o cosas más de introspección, yo creo que también requieren energía. Entonces, tiene que ver más con una actitud, con el hecho de estar dispuesto a hacer eso que que uno quiere hacer y ponerle ganas y ponerle una buena intención. Es algo que yo siempre trato de recordar y de tener presente cuando aprendo alguna cosa o también en el trabajo, en distintos ámbitos y esferas de la vida. Me parece que es algo que está bueno. Claro que a veces también es necesario regularlo y a veces puede ser que... que se nos vaya un poco la mano. Yo creo que es importante tener cierto control y regularlo y me parece que está bueno poder medirlo. La última cosa de la que quería hablar de mi padre, aprendizaje de mi padre tiene que ver con el sentido del humor. El sentido del humor con mi papá pasa mucho por los juegos de palabras y el humor con el lenguaje. Es una de las formas del humor que yo más aprecio también. Y me parece que quizás vino un poco de... de él. Y, en mi casa, teníamos contacto con distintas formas de sentido del humor. Algunas más sofisticadas, otras menos sofisticadas. Tengo este recuerdo también del hecho de apreciar cierto tipo de humor un poco más sofisticado y que tenía que ver tal vez con el lenguaje que... después es algo que fui manteniendo y fui cultivando a lo largo de los años. Por ejemplo, el tipo de humor de... el grupo "Les Luthiers", que fue algo también que lo conocimos en mi casa a partir de... de mi papá. Y... todo el tiempo también había muchos chistes y juegos de palabras en la cotidianidad y en el día a día. El humor absurdo también que es algo que yo me di cuenta que tal vez conscientemente que me interesaba que me gustaba eso, después de la escuela secundaria, en una época en la que yo estaba practicando teatro y en la que descubrí que había un género del teatro, que era el teatro del absurdo y que cultivaban un poco ese tipo de humor. Ahí me di cuenta de que algunas de esas cosas tal vez yo ya las había visto en el entorno familiar como forma de sentido del humor. Y muchas venían del lado de mi papá. Tal vez venían de su propia familia. Entonces hay como una especie de tradición familiar y eso quedaba en evidencia a veces en las reuniones con primos o con tíos. Ahí es donde se podía ver y era un poco más evidente, de dónde venían algunas cosas. Ahí es cuando me daba cuenta que había algunos códigos compartidos o había algunos códigos en común. Mantener el sentido del humor en distintas áreas de nuestra vida es algo importante. Podemos tomarnos las cosas en serio, pero de forma liviana. Mi padre es un gran ejemplo de energía y disciplina. Las cosas que él se propone empezar a hacer y mantener las hace y las mantiene. Al mismo tiempo, busca y crea oportunidades para ayudar a otras personas de su entorno a través de actos de servicio, algo que le surge de manera natural y que me parece que es una cualidad digna de seguir e imitar. Podés escuchar "Poder aprender" en las principales plataformas de pódcast y en YouTube. También te invito a suscribirte al newsletter semanal en poderaprender.com para enterarte de los nuevos episodios del pódcast y otras novedades para aprender mejor. En redes sociales podés buscar este pódcast como "poder aprender". Encontrá todos los links en la descripción. Y, si te gusta mucho, si te sirve el contenido del pódcast, te invito a dejar una reseña y una calificación de cinco estrellas en Spotify o Apple Podcasts para que estos episodios lleguen a más personas y que más gente pueda aprender mejor. Eso es todo por ahora. Nos vemos en un próximo episodio. Sigan aprendiendo y acuérdense de practicar bien.