#76 – La falta de talento musical
Un día se nos ocurre aprender un instrumento musical o aprender a cantar. Y pensamos en el talento. Nos preguntamos si podremos aprender, si necesitaremos algún talento o facilidad especial. ¿Es realmente necesario el talento para tocar un instrumento? ¿Cuánto esfuerzo necesitamos para superar nuestras limitaciones? ¿Qué impacto tienen las expectativas y la motivación en nuestra habilidad musical? Estas son algunas de las preguntas que exploramos en el episodio número 76 de «Poder aprender».
Al empezar a aprender música, muchos se preguntan si necesitan tener talento. La realidad es que la dedicación y la perseverancia son mucho más importantes, especialmente cuando el objetivo es disfrutar de la música como hobby. Hay diferencias entre el talento innato y el poder de la disciplina, la motivación y las ganas de aprender.
Otro aspecto clave es entender por qué queremos desarrollar talento musical. A veces, el deseo de tener talento está más relacionado con la necesidad de visibilidad y aprobación externa que con un interés genuino por la música. Está bueno explorar cómo nuestra motivación influye en la manera en que nos relacionamos con el aprendizaje musical en distintos niveles.
A lo largo del episodio también analizamos cuánta habilidad técnica es necesaria para tocar un instrumento. Aunque la coordinación y ciertas características físicas pueden ayudar, lo esencial es la paciencia y la constancia en la práctica. Estas son las habilidades que realmente hacen la diferencia en lograr aprender un instrumento y poder crear música.
Finalmente, exploramos qué sucede cuando enfrentamos dificultades y nos sentimos estancados en el aprendizaje musical. La clave está en encontrar las maneras de adaptar nuestro proceso y elegir piezas que representen un desafío manejable para mantener la motivación y el progreso constante.
Estos son los temas del episodio #76:
- ¿Es necesario tener talento?
- Para qué querés el talento
- Cuánto talento hace falta para tocar un instrumento
- Qué pasa cuando algo nos cuesta mucho
- El deseo y la persistencia
¡Sigan aprendiendo y acuérdense de practicar bien!
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Transcript
"Poder aprender", el pódcast que te ayuda a aprender idiomas, hobbies y skills de manera más efectiva. Acá hablamos sobre hábitos de aprendizaje, práctica deliberada y estrategias para aprender mejor. Mi nombre es Walter Freiberg y te invito a desarrollar tu poder de aprender para alcanzar tus metas personales y profesionales. Alguien que quiere empezar a aprender música suele preguntarse por el talento. Creemos que es un elemento clave para realmente aprender a tocar un instrumento o para aprender a cantar. Pero resulta que hay otras cosas: la persistencia, el deseo de mejorar, las ganas de aprender. ¿Es realmente necesario tener talento para alcanzar nuestras metas con la música? ¿Cuánto talento hace falta para tocar un instrumento? ¿Qué papel juegan el esfuerzo y la motivación cuando algo parece demasiado difícil? Estas son algunas de las preguntas que exploramos en el episodio número 76 de "Poder aprender". Partamos de la pregunta fundamental que es, ¿es necesario tener talento? Acá, hay una diferencia entre esto de el talento y la dedicación, la perseverancia. La verdad es que no es necesario tener un super talento, no es necesario tener talento innato para aprender un instrumento si el objetivo que tenemos es disfrutarlo simplemente como hobby. Si no planeamos dedicarnos profesionalmente, no necesitamos una gran facilidad y aprender rápidamente a ritmos increíbles. En un episodio anterior hablábamos sobre las ambiciones, las aspiraciones y hay diferencias entre querer aprender algo con fines amateur, de manera recreativa versus lo de aprender profesionalmente para dedicarnos a eso. Cuando daba clases de piano, la mayoría de mis estudiantes querían aprender a tocar canciones y querían aprender a tocar cosas en el piano simplemente por placer, porque les gustaba, porque les divertía, no planeaban dedicarse profesionalmente a eso. En ese caso, la verdad es que no es tan importante la pregunta sobre el talento. Hay otra cosa que también surgía y es esto de el momento en que empezaban a aprender. Empezar a aprender como adultos tampoco tiene que ser una desventaja. Se puede empezar a prender a cualquier edad. Hay cosas buenas de empezar aprender como niños o en la adolescencia y hay cosas buenas de aprender como adultos. En cada caso, vamos a tener cosas a nuestro favor, cosas que vamos a usar para aprovechar. Entonces se trata de hacer lo mejor que tenemos con lo que tenemos en cada periodo de la vida y también con las ganas que tenemos. Yo personalmente empecé a aprender piano seriamente después de los 20 años. Antes de esa edad no se me dio por dedicarle mucho tiempo y no se me dio por intentar aprender. Entonces, también hay cosas que surgen en ciertos períodos. Está esta cosa de la facilidad y los resultados. A veces nos desalentamos por el tiempo que lleva, por el proceso y nos olvidamos que cuando dedicamos tiempo y dedicamos una práctica, podemos ir mejorando y podemos obtener resultados, aunque no sea instantáneo. Siempre vamos a necesitar más o menos paciencia, y esto es parte del aceptar aprender un instrumento musical. Cuando nos preparamos para aprender un instrumento, esto ya viene agregado, es algo que viene añadido. En mi caso en particular también la pregunta sobre el talento a veces se jugaba con la intención de ayudar a otros a aprender. Yo sé que hay gente que aprende piano, aprende otros instrumentos y tiene las ganas o la motivación o el deseo de ayudar a otros eventualmente, ser profesores de música, profesores de instrumento. Y acá también hay diferencias entre alguien que quiere ser un intérprete y alguien que quiere ser un profesor. Son habilidades diferentes y hay muy buenos maestros y muy buenos profesores que no necesariamente son concertistas o que dan shows. Entonces, enseñar es una habilidad y es algo que también se puede cultivar y que se puede desarrollar. Entonces, también cuando pensamos en esto de el talento en relación, ¿tendré talento para ser profesor de música o para ser profesor de piano? Eso es algo que viene acompañado también y tiene que ver con lo de la transmisión de ese saber. A lo mejor tenemos más facilidad para ayudar a aprender que para tocar el instrumento, eso puede pasar y es supervalioso, así que son habilidades diferentes y que a veces coinciden, a veces no. Cuando empezamos a pensar en el talento y nos vienen las ganas de tener talento, la pregunta que surge es, ¿para que querés el talento? En esta época de visibilidad y de llamar la atención con redes sociales y con demostraciones de "likeabilidad" con esto de que a una persona le guste no le guste eh... los comentarios, las cosas que se comparten, a veces buscamos esto de la notoriedad, simplemente para captar la atención y porque hay recompensas en esto de algo que puede ser visible o que puede llamar la atención. Entonces nos terminamos confundiendo y pensamos que el talento es lo que nos va a garantizar cierta visibilidad y que otros nos miren y que otros compartan las cosas que hacemos y que digan "qué bueno que está". Acá la pregunta que cabe de hacernos es, de dónde viene esa motivación también para tener talento. Y si realmente necesitamos andar mostrando hasta qué punto necesitamos andar compartiendo eso que hacemos cuando vamos aprendiendo en el proceso de aprendizaje. Este deseo de talento, ¿al servicio de que está puesto? ¿Es para satisfacer este interés personal y estas ganas de mostrarnos y demostrar lo bueno que somos en algo en particular o tiene que ver con un interés genuino y algo que surge y que nos nace para poder compartir algo mejor, un mejor producto, una mejor interpretación en el caso de la música, una mejor composición. Yo creo que puede haber una vía para la realización personal y la satisfacción personal y otra vía para el talento. A veces coinciden, pero no necesariamente, no tienen por qué. Una persona que aprende un instrumento musical y que decide practicar y desarrollarse, eventualmente es capaz de hacer cosas con eso y va siendo capaz de tocar más cosas y tiene la opción y tiene la posibilidad de compartirlo con otros si quiere hacerlo o puede guardárselo para sí mismo. No existe ninguna obligación de tener que mostrar y tener que compartir, como tampoco hay obligación de rendir examen a menos que estemos en otra en una carrera o en algún tipo de formación que así lo requiera. Pero, en general, eso es algo que podemos ir eligiendo y que podemos ir decidiendo por nosotros. ¿El talento está puesto como el fin en sí mismo o como un medio? ¿Es algo que queremos alcanzar porque se vuelve el objetivo ser talentoso, tener talento para la música, o es simplemente un medio que permite hacer cosas y que permite algo en relación con la creación musical? Según como lo veamos, ahí eso va a variar bastante lo que vamos a hacer y la manera en que nos vamos a relacionar con eso. El talento puede ser como esta cosa con la que nos obsesionamos y pensamos que necesitamos tenerlo a toda costa y que necesitamos tener facilidad, y que tenemos que desarrollarnos y aprender muy rápido, o podemos decir
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Walter F.:la facilidad con la que venimos ya está dada, y hay otras variables que nosotros podemos mover y que podemos articular como para poder avanzar más allá de esa facilidad o falta de facilidad con la que empecemos aprender el instrumento. Dicho esto, alguien podría preguntar: pero, Walter, ¿cuánto talento hace falta para tocar un instrumento? Y la verdad es que se necesita cierta coordinación, se necesita un mínimo de habilidad técnica para poder tocar un instrumento, pero no es necesario tener una coordinación increíble o tener ciertas características fuera de lo normal. Hay algunas cosas básicas que quizás pueden ser útiles y que ayudan. Por ejemplo, alguien que va a tocar el piano en general está bueno tener brazos y manos, pero hay gente que tiene un solo brazo o que tiene una sola mano, y así todo puede tocar el instrumento. O si no tiene manos, encuentra otras formas. Y así con los nosotros instrumentos. En cuanto a instrumentos que requieren cierta característica física, cierta capacidad física y en cuanto al tamaño del instrumento y al tamaño de la persona, hay ciertos instrumentos que tal vez suelen ser más adecuados o que parecen tener cierta afinidad con cierto tipo físicos. Por ejemplo, un contrabajo que es un instrumento muy grande y muy alto con personas más bien altas. Aunque también dependiendo del instrumento de que se trate también hay versiones en formas que se pueden ajustar del mismo instrumento. Yo he visto también personas, por ejemplo, pequeñas que tocaban instrumentos de viento grandes y que uno a primera vista hubiera dudado de la capacidad de esa persona para poder ejecutarlo y sin embargo, no tenían inconvenientes. Entonces también está como algo que se estila y está lo que se ve normalmente. Y después hay que ver, porque muchas veces también en contra de todos los pronósticos, si realmente nos gusta cierto tipo de instrumento, a pesar de que a primera vista no parezca la elección ideal. A lo mejor puede serlo, entonces, tenemos que explorar un poco eso. El talento que yo creo que sí hace falta para tocar un instrumento, tiene que ver con la paciencia y con la constancia. Esto es algo que se puede desarrollar también. Y hay gente que de entrada suele tener una mayor tolerancia a la frustración y suele ser un poquito más paciente con los tiempos que se manejan para aprender algo como un instrumento musical. También hay un talento que tiene que ver con el poder celebrar y poder apreciar los pequeños logros, los avances que vamos haciendo. Yo creo que esa puede ser también una forma de talento y es algo que viene muy bien para alguien que quiere aprender un instrumento. Cuando somos capaces de reconocernos y de valorar esas pequeñas cosas que vamos haciendo los primeros pasos, vamos a tener ganas de seguir continuando y vamos a tener ganas de mantenernos en ese aprendizaje. El nivel de la dificultad de las piezas que tocamos también siempre hay posibilidades de adecuarlo y adaptarlo. En su momento cuando yo empezaba a aprender el piano, quería tocar piezas que tal vez estaban en un nivel bastante más alto del que correspondía para un principiante, pero yo encontraba formas de solucionarlo tocando una partecita de la pieza, tocando las partes que a mí me gustaban, enfocándome en partes pequeñas. También está la posibilidad de buscar versiones facilitadas. Si me gusta, por ejemplo, no sé, "Claro de luna", la de Beethoven, puedo buscar una versión más fácil en alguna parte, puedo buscar algún arreglo. Hay piezas que están disponibles, en versiones para intermedios o versiones para principiantes, entonces podemos explorar algo de eso, porque cuando estamos tocando algo que realmente nos gusta, eso nos da ganas de mantenernos en la práctica. Aunque sea una versión más sencilla. Entonces está también este talento de saber cuál es la dificultad adecuada para cada momento. Este rol o esta tarea muchas veces la cumple el profesor, la persona que nos está guiando, pero también podemos asumirla nosotros. Es una posibilidad. Otra pregunta es la de, ¿qué pasa cuando algo nos cuesta mucho? Y acá necesitamos esta capacidad de poder enfrentar la frustración, poder lidiar con esa sensación de que parece que estamos estancados o que no podemos mejorar, que no podemos desarrollarnos. Les comentaba antes de las versiones simplificadas, puede ser muy útil en este momento, en esta fase. También recordarnos siempre tomar piezas o tomar fragmentos de la pieza que estoy aprendiendo, que sea manejable, trabajar por compás, no abrumarnos con extensiones muy largas. Cuando nos cuesta mucho algo y empezamos a buscar versiones de otras personas y nos da por compararnos, también recordarnos que lo que suele dar mejores resultados es enfocarnos en nuestro propio progreso, en nuestro propio camino de aprendizaje. ¿Cuáles son también las expectativas que tenemos para cada momento? Sucede también que a veces nos ponemos objetivos realmente desafiantes, nos ponemos metas imposibles y esto genera frustración y también nos lleva a desalentarnos porque nos ponemos como objetivo preparar una pieza que es muy difícil que realmente nos llevaría muchísimo tiempo poder aprender. Y tal vez no es tan realista para el momento en que estamos. Si bien podemos tomar un pequeño pedacito, hacemos algunos compases acá y allá, el hecho de elegir algo que sea manejable, que esté dentro de un nivel que podamos abordar, eso nos ayuda a sentirnos un poco más talentosos, a creer que tenemos esa capacidad. Es como cuando también en un idioma que estamos aprendiendo, si recién estamos empezando y nos ponemos una película en el idioma que estamos aprendiendo sin subtítulos, sin nada, tal vez podemos entender algo, pero va a ser más fácil si elegimos un contenido graduado, en una dificultad adecuada para un principiante. Una película para chicos, una película de animación, ¿por qué no? Eso se siente más como
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Walter F.:y como una victoria. Cuando nos cuesta algo mucho y cuando nos sentimos un poco superados por el nivel de dificultad, también está bueno tomarnos un descanso y tomarnos una pausa de eso. Yo eso lo hacía mucho cuando aprendía piano. Había piezas que quería tocar al principio de todo cuando yo arrancaba y al poco tiempo me di cuenta de que no era ese el momento. Y, después más adelante, volvía a probar y a revisarlas y eso creo que me ayudaba y me permitía ver también que había habido un progreso que me iba acercando hacia eso. Entonces, recordarnos un poco ese aspecto de la idoneidad del material con el que estamos trabajando. A veces no es el material ideal para el momento en que estamos es demasiado difícil y necesitamos reconocerlo y buscar alguna versión un poco más fácil o simplemente cambiar la pieza, eso que estamos usando. La cosa es sentir que hay un pequeño desafío que hay algo que nos cuesta, pero al mismo tiempo, que sea algo manejable y abordable, y que practicándolo podamos ver resultados y cambios en días, en semanas, no en meses o años, no que... tener una pieza que me va a llevar tres años poder aprenderla. Hay alguien que lo podrá hacer, tal vez le guste y le divierte, pero en general, la mayoría de nosotros necesitamos ver resultados un poco antes. Entonces por eso, lo de elegir con cuidado lo que practicamos. El último punto de este episodio es el del deseo y la persistencia. En mi experiencia en la que he visto con tantos estudiantes de piano, en general la persistencia supera al talento. Este deseo está determinación de seguir adelante y seguir practicando, muchas veces supera al talento innato. He tenido estudiantes a quienes les costaba mucho el aprendizaje de piano, pero trabajábamos con piezas que realmente les gustaban y estas personas entonces estaban dispuestas a practicar todos los días. A veces usábamos también métodos para facilitar la lectura, por ejemplo, escribir nombres de las notas. Si costaba también incluso el aspecto más teórico, el aspecto de la lectura de una partitura, la lectura un cifrado americano, buscábamos la manera de hacerlo, aunque sea escribiendo nombres de las notas: DO, MI, FA, SOL, arriba de cada nota. Y el objetivo no era aprender a leer un pentagrama, el objetivo para esa persona era aprender a tocar la canción. Entonces, cualquier método que permitiera acercarse a eso valía. Hay gente que estará en desacuerdo con esto. Recuerdo que uno de mis estudiantes con quienes trabajábamos de esta manera, me decía que su padre, que había estudiado, no recuerdo si era piano u otro instrumento con un método más clásico, me decía que "no podía concebir como alguien puede tocar una pieza en el piano sin partituras y sin pentágrama, es como un pecado y como que es algo que está mal y que no corresponde". Yo en general, siempre he tenido como un abordaje muy abierto, muy flexible y no tenían problema, y estaba dispuesto a explorar y a usar los métodos que fueran necesarios y que les resultaran también prácticos y útiles a la gente que aprendía conmigo. Entonces, yo creo que eso también está ahí de fondo. Y cuando podemos identificar esas piezas que realmente queremos tocar, ahí empiezan a aparecer ideas y estamos dispuestos a practicar aunque lleve tiempo. Va a ser un proceso y cuando la música que estamos tocando, la música con la que estamos aprendiendo es motivadora, estamos dispuestos a dedicarle el tiempo que haga falta. He visto estudiantes que tal vez pasaban mucho tiempo con una pieza, meses y meses, y era una pieza que les gustaba tanto y que los motivaba tanto que seguían y me comentaban de clases anteriores que habían tenido que tal vez no habían funcionado porque la música la asignaba al profesor y ellos no tenían como nada para decir, no estaban trabajando con las preferencias de los estudiantes. Por eso la importancia del deseo de la persona que aprende, de qué es lo que quiere tocar, qué es lo que quiere lograr con el instrumento, tener paciencia a largo de todo ese recorrido. Ir celebrando los logros que vayan surgiendo, los logros que se vayan conquistando. Todas esas cosas ayudan en mantener las ganas, en mantener la persistencia y pueden terminar primando por sobre una falta de facilidad. Tal vez puede ser que considere que yo aprendo música o aprendo piano o aprendo la guitarra a un ritmo lento, pero no importa porque tengo claro qué es lo que quiero aprender. Tengo claro cuáles son mis objetivos sobre eso. Practico con persistencia, le dedico tiempo al aprendizaje y a la práctica, el instrumento, y elijo piezas en niveles de dificultad adecuados, y todo eso me permite ir siendo capaz de tocar más y más cosas y se va generando esa motivación por el hecho de ir conquistando pequeños logros e ir avanzando en esa dirección que para nosotros es importante. Así es como vamos aprendiendo, incluso sin talento. El talento musical está sobrevalorado. La realidad es que para poder crear música hay otras cosas mucho más importantes como la persistencia, la dedicación y el deseo de mejorar. Eso puede superar cualquier limitación que creamos tener. No importa cuán difícil parezca la habilidad que queremos desarrollar. Con tiempo y esfuerzo, podemos hacer mucho más de lo que nos imaginamos. Ya sea aprender a tocar un instrumento o a enfrentar a cualquier otro desafío, el secreto está en ir apreciando los pequeños logros conquistados, por más pequeños que parezcan. Podés escuchar "Poder aprender" en las principales plataformas de pódcast y en YouTube. También te invito a suscribirte al newsletter semanal en poderaprender.com para enterarte de los nuevos episodios del pódcast y otras novedades para aprender mejor. En redes sociales podés buscar este pódcast como "poder aprender". Encontrá todos los links en la descripción. Y, si te gusta mucho, si te sirve el contenido del pódcast, te invito a dejar una reseña y una calificación de cinco estrellas en Spotify o Apple Podcasts para que estos episodios lleguen a más personas y que más gente pueda aprender mejor. Eso es todo por ahora. Nos vemos en un próximo episodio. Sigan aprendiendo y acuérdense de practicar bien.